En los Puranas Brahmanda y Padma, el Señor Krishna le cuenta al Rey Yudhishthira la leyenda de Mokshada Ekadashi. Narra la historia del gobernante Champaka, el Rey Vaikhanasa. Una noche tuvo un sueño perturbador en el que veía a sus antepasados sufriendo en el Naraka (Infierno) y rogándole que los ayudara a salir. El monarca, preocupado por esta visión, pidió consejo a los brahmanes de su corte sobre cómo liberar a sus antepasados de su sufrimiento y otorgarles moksha (salvación). Los brahmanes sugirieron que hablara con el gurú Parvata Muni. Tras reflexionar, el sabio reveló que el padre del rey había pecado al ignorar sus responsabilidades conyugales durante la ovulación de su esposa y elegir visitar un pueblo en su lugar. Según Parvata Muni, el rey debía seguir el vrata (voto) de Mokshada Ekadashi para expiar esta falta. Siguiendo el consejo del sabio, el Rey Vaikhanasa, junto con su esposa, hijos y familia, observaron el ayuno en Mokshada Ekadashi. Los dioses de Svarga (Cielo) se complacieron por su dedicación sincera y observancia del vrata, y elevaron a su padre del tormento al cielo. Así, el Chintamani, una joya que satisface todos los deseos, se compara con Mokshada Ekadashi, enfatizando el gran mérito espiritual obtenido a través de esta observancia, la cual puede elevar almas del infierno y llevar a la salvación.