En las tradiciones hindúes, la Tulsi ocupa un lugar único, reservado para el Señor Vishnu y las deidades relacionadas. Aunque es venerada, no es adecuada para el culto de Shiva debido a su distintivo significado espiritual. En su lugar, ofrendas como hojas de bilva, leche y agua se alinean con la esencia del Señor Shiva. Al respetar estas prácticas, los devotos mantienen la sacralidad y el equilibrio de los rituales, enriqueciendo su viaje espiritual. Seguir estas costumbres asegura una conexión armoniosa con lo divino, mezclando reverencia con sabiduría ancestral.